He decidido volver a escribir aquí porque lo necesito. Han pasado ya varios meses desde la última vez que lo hice, pero mi cuerpo me lo pide, mi mente grita me deje correr de nuevo: letra tras letra; trata de convencerme de que no he perdido el toque de jurista literario. No lo sé.
Hace apenas unos años, me disponía como estudiante de Derecho a dejar de lado lo que estaba estudiando, el Derecho mismo. No pude. Lo intenté, en serio que lo intenté. El Derecho para mí es como un hongo: no lo ves sino hasta que se deja ver, hasta que se hace visible, evidente, presente. Aquí estoy.
En aquellos años me decía, tratando de persuadirme, que si me alejaba de una de mis pasiones, entonces sería posible adquirir un enfoque más fresco y renovado a mi regreso al estudio del Derecho. Quería trabajar en McDonald's.
Había comenzado no hacía mucho mi trabajo en un despacho jurídico en materia civil, venía de acabar de trabajar en un despacho de orden penal, estaba probando y conociendo lo que me gustaba más de mi carrera, qué mejor que hacerlo en dos de las materias más famosas del gremio abogadil.
No me culpo, no creo en la culpa. No hay culpa. Hay tiempo. Decisión ¿consecuencia? Palabra. Hay porque las he dicho y también hay lo que he callado. Tal y como reconocer esta etapa de mi formación profesional. Una que en algún momento me hizo dudar si el Derecho era para mí. Yo soy para el Derecho. Soy.
Vale decir que a estas alturas de mi texto, he podido comprender un poco mejor por qué me sentía así con la idea de dejar atrás el estudio del Derecho, o por lo menos el contacto directo con el mismo. Lo que necesitaba era aprender a reconocerlo fuera de los códigos, de las leyes. Necesitaba reencontrarme con él sin el peso de un legislador encima. Necesitaba reencontrarme conmigo.
Pues sí, sólo estaba visualizando la visión de aquellas personas que no hacen más que emitir disposiciones jurídicas, ni siquiera normas. No veía la visión del juez y mucho menos era capaz de reconocer el elemento vivo del Derecho en su dinámica judicial. El Derecho en acción.
Hoy me atrevo a decir que puedo lograr apreciar al fenómeno jurídico en casi todo lo que hago, lo que me rodea y lo que me interpela, ya sea como pregunta, como actividad, como hobbie. Trabajar en McDonald's goza de un componente jurídico. Así como lo ha sido también esta ausencia, me ha dejado mucho más aprendizaje del que en este hoja me permito escribir, pero para eso y por eso es mi blog. Para que pueda seguir aprendiendo, equivocándome. Volviendo a intentarlo.
Quiero cerrar diciendo que me ausenté pues ahora me hallo sumergido entre expedientes en un Tribunal Federal, estoy haciendo lo que antes llamaban méritos. Al mismo tiempo, he asumido ya el carácter de profesor titular de una materia a nivel licenciatura. Por último, me he dedicado cada vez más a mi papel como comediante. Y en cada escenario, el Derecho se hace presente. No me lo esperaba, al menos no así como está pasando, y sin embargo, está pasando. Sin esperarlo: Estoy de regreso. Gracias.
cacf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario