Soy un tramposo, un mentiroso. Porque cuando digo valor cero del Derecho, hablo más de los Derechos Humanos que del Derecho en sí mismo ¿serán acaso lo mismo? Hoy en día (casi) puede sostenerse en afirmativo la respuesta a la pregunta. Sencillamente porque la fuente principal del Derecho es el discurso (ético) de Derechos Humanos. El bloque de constitucionalidad.
¿Por qué valor cero? Porque en el plano etéreo (dimensión normativa) su valor es igual entre cada uno de ellos. No hay un derecho más importante que otro. Incluso, el valor cero es sólo una referencia, una trampa del lenguaje que persigue llamar la atención de quien me lee. Puede llamarse X, Y, N, etc. lo que importa es la nula jerarquía entre estos.
Sin embargo, cuando los hechos (dimensión fáctica) del Derecho entran en acción. Claro que los Principios se someten a valoración. Estableciendo un ejercicio de ponderación y proporcionalidad puede llegarse a limitar un Derecho Fundamental. Siempre, cabe aclarar, en atención al caso concreto.
Bueno, ¿entonces en el Derecho hay valores? Sí. No todo es igual a cero. Lo cierto no tan cierto es que lo que suele enunciarse como valores jurídicos tiene poco que ver con los criterios valorativos contemporáneos del fenómeno jurídico. A saber, el valor de certeza y el de seguridad jurídica son dos valores que han perdido su fuerza en la actualidad. Desde la visión positivista, cabe decir que las leyes no son ni seguras ni certeras. Están plagadas de vaguedades, ambigüedades y hasta contradicciones. En consecuencia, cuando de valores hablamos (en la contemporaneidad jurídica) estamos refiriéndonos a Derechos Humanos.
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